jueves, 3 de junio de 2010

jusqu'à

Todos bailaban frenéticamente, iluminados por la luna, el reflejo de ésta en el río, y algunos reflectores, que daban un aspecto muy peculiar...

Su cuerpo estaba pegado al de ella, que de improviso, lo tomó por el cuello, y besó esa boca que tanto soñado. Él estaba en su éxtasis y no pensaba más que en  ella.  Era una noche de suerte.

Él la alzó, y la apartó de los demás. La llevó a la orilla, y aún así, se podía oír, la música que saltaba en sus oídos.
Se dijeron todo lo que habían ocultado durante tanto tiempo. La luna fue su testigo. La ceremonia culminó con un beso, uno en el que se conjugaban felicidad, pasión, ansiedad, amor, y una electricidad palpable corría por sus cuerpo. Ellos no sabían que estaba pasando. Caminaron inconscientes, hacia el lecho humedo y vibrante del cual no pudieron escapar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario