sábado, 16 de octubre de 2010

In Your Arms


El título parece igual al otro pero no lo es.. de hecho habia hecho otras historias pero esta es la mas nueva, vere si les gusta, pero es que dejamos muy abandonado el blog.


-Sophy(Dash Girl)

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Por 3 años intente engañarme a mi misma, mejor dicho no solo por mi bien si no también por el de mi hija.

A pesar de haberla traido al mundo, logré en ese trascurso terminar la universidad previamente debido a mi temprana entrega de monografías y también logré ejercer mi oficio como madre.

Sin embargo, la vida en sus idas y vueltas, determino que mi destino vuelva a enforcarse en torno de ese camino que yo deje de tomar, tres años atrás.

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Soy una mujer jovén de 21 años, recibida en diseño de interiores, profesión de la cual pude obtener un empleo que crece cada día mundialmente. Fui madre jovén, a los 18 años. A mi hija siempre le he plateado una vida feliz, a pesar de yo sentir lo contrario. Yo la amaba como fruto de mi que era, pero si algo me recordaba su rostro cuando estaba triste, era a su padre. Por eso, nunca deje pasar la oportunidad de sacarle una sonrisa.

"Todo vuelve". Yo siempre confie ciegamente en ello, siempre y cuando se tratará de haber obrado mal, pero entonces ahora que lo que hize mal para recibir tal llamada...

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-Tae Hee, por faver abre la boca ¿si? Dí AHHHHHHHH!

-Adhddhhhhh

Suena el telefono, deja la cuchara en el plato.Vuelve a sonar.

-Tae Hee,continua comiendo solita. Ahora vuelvo.

Levantó el tubo del telefono y antes de emitir sonido una voz grave le dijo:

-Emmm Alo? Llamo para pedir una pequeña ayuda.

-Sí, digame.

-¿Los servicios que usted brinda, puerde ser que vuelen?

Carrapeó.¿Volar? ¿Acaso estaba chiflado?

-Quiero decir-se corrigió-Si podría usted viajar a Corea.Yo pagaré todos los gastos necesarios, pero solicitaría sus servicios por un mes.

-Pero yo.. tengo una hija..

-Pagaré su vuelo también, ¿puede ser?

Medité un instante. Aquél padre ausente, aquel que me abandono estaba allí o al menos hasta ese entonces suponia que seguía en Corea. Sin embargo... no había muchas posibilidades de encontrarlo..

-Sí, acepto.

-Muchas gracias, me has quitado un peso de encima. Cuando llegue a corea, mi asistente le dara mis indicaciones.

Colgó el telefono y se sento en un sillón.

Aun no podía creerlo por completo, pero de algo estaba segura, por más que quisiera escapar de su propio destino era inevitable, tarde o temprano tendría que volver a Corea...

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